UN FISCAL GENERAL NADA CÁNDIDO
La afirmación de ayer de Cándido Conde Pumpido acerca de la falta de colaboración del Cuerpo Nacional de Policía a la hora de remitirle sus informes sobre las actividades de las formaciones políticas ilegalizadas por su colaboración con ETA ha extrañado a más de uno, que ha tildado al Fiscal General del Estado, cuando no de calumniador, al menos sí de irresponsable.
No lo creo así, pues estoy convencido de que dichas afirmaciones han logrado el objetivo que el Fiscal perseguía: darle la vuelta a una situación que él consideraba intolerable. ¿Que para ello ha puesto en duda el buen hacer de la Policía Nacional o, mejor dicho, de alguno de sus responsables? Por supuesto, pero el Fiscal no está para dar jabón a nadie, sino para llevar a cabo del mejor modo posible la tarea que le ha encomendado el presidente, que no es otra que perseguir el delito.
¿Qué ha sucedido? Que Conde Pumpido reclamaba los citados informes, pero la Policía Nacional no se los hacía llegar directamente, sino sólo a través de los jueces de instrucción, con lo cual cualquier dato que él quisiera poder utilizar debería estar previamente en conocimiento de algún juez instructor -por regla general, el omnipresente Garzón-. Quizás haya quien afirme que ese es el “procedimiento adecuado”, pero entonces estaría poniendo en duda la legalidad del trabajo de la Guardia Civil, que sí le hace llegar directamente al Fiscal dichos informes...
Sea como fuere, lo seguro es que en este caso el Fiscal ha pecado de todo menos de ser cándido, porque al parecer el asunto ha quedado arreglado de cara al futuro.
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Franesco -
Millan -