DIENTES SUCIOS
El ministerio de Sanidad ha puesto en marcha una campaña destinada a promover el uso del cepillo de dientes. La campaña, denominada Que molen tus muelas y que cuenta con un simpático spot televisivo, se anuncia para niños de 7 y 8 años, pero todo el mundo sabe que esto de la (falta de) limpieza bucodental no es una cosa de niños...
Porque los españoles se lavan muy poco los dientes. Mejor dicho: son pocos los españoles que se lavan los dientes como deberían, lo cual supone retirar los restos de comida, siempre, después de haber ingerido alimento. ¿Qué hay quien se cepilla los dientes a diario? Claro, pero casi por costumbre después de cenar, para poder irse a la cama con sensación de frescor y buen sabor de boca. Pero son una minoría los que lo hacen durante el día. Y no me refiero a los niños, sino a los adultos...
El español tipo desayuna en casa —poco, eso ya lo sabemos: apenas un café con leche y unas galletas—, y puede que entonces se cepille los dientes. Pero a partir de ahí, se lanza a la calle a trabajar y pasa toda la jornada sin volver a hacerlo, sobre todo porque no sale de casa con un cepillo de dientes y pasta dentífrica en la cartera o el bolso. Eso sí: los más osados tiran de palillos... Pero durante el día se puede tomar un desayuno reparador (¿10:30 a 11:30?), un aperitivo (¿13:00 a 14:00?), acometer la comida (¿14:00 a 15:30?) y la hipotética posterior merienda compuesta de café y bollo (¿17:00 a 18:30?), todo ello sin haber reparado —o sí— en que tras cada comida deberíamos cepillarnos los dientes.
¿Cómo acostumbrar —es una costumbre— a la gente a lavarse bien los dientes desde pequeños? Creo que sería imprescindible, campañas de promoción aparte, que justo después de acabado el recreo de los escolares, cuando los niños han comido su bocadillo, bollos, chicles, etc., se hiciese una pequeña pausa de tres minutos antes de reanudar las clases, para que todos los niños se cepillasen los dientes a la vez —cada uno con su cepillo personal, claro—. No tengo la seguridad de que eso se esté haciendo en algunos países de nuestro entorno, pero apostaría a que es así...
9 comentarios
Franesco -
Silvia -
Lo que ahorraríamos las familias en dentistas.
Franesco -
XIABRE: Ja, ja, ja. ¡Eres genial! No hay nada peor que tener en frente a alguien con los piños sucios y la alitosis que generalmente eso produce, ¡repugnante!.
MANU: Co-mo-mo-lo- Yo-to-do-lo-com-pro-Co-do-con-co-do. Sí, vamos a por todas...
MARIPUCHI: Tu caso y el de Xiabre parece demostrar que las mujeres estáis al tanto de lo que se necesita.
CAROLUS: Felices Fiestas.
CHARLIE: Felices Fiestas, tanto para ti como para la Líder-esa. Muy mona, la verdad.
charlie -
http://laespeforpresident.blogspot.com/2008/12/feliz-espe-navidad-y-espe-zial-de-fin.html
Carolus primus -
Este comentario es solo para desearte que pases una Felices Fiestas navideñas junto a tus familiares y amigos preferidos.
Aprovecho que hay un comentario de Maripuchi para hacerle extensible este deseo (también para los demás). Por lo que sea no me carga bien su página (Maripuchi y su mundo) y no he podido mandarle aún este mensaje.
Espero que seáis comprensivos.
Saludos Franesco y compañía.
Maripuchi -
;-)
manutc -
xiabre -
Millan -
Sobre el tema que propones hoy, te puedo decir que en el tema de la salud bucodental es determinante el tesón de los padres para lograr que los niños se laven los dientes. Por supuesto que el colegio tiene mucho que hacer desde las clases de Ciencias, bueno "Conocimiento del medio", y en los más pequeños insistiendo siempre en ello. Cuando comen en el "cole" debería estar previsto que fueran a lavarse los dientes, pero bien, porque muchos no lo hacen bien. Este tipo de prácticas son muy importantes porque crean hábito, pero ¡ojo!, que el hábito no sea meterse el cepillo en la boca, sino lavarse los dientes bien. Cuando son más mayorcitos "no hay Dios" que cambien su forma de hacerlo.
Un saludo.