CON LAS VÍCTIMAS, NO CON GARZÓN
No considero que el juez Garzón merezca la pena ser defendido porque, al igual que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo, le considero la antítesis del juez imparcial; sí entiendo que merece la pena defender la causa concreta que, de nuevo, ha convertido al juez en protagonista, que no es otra que la falta de reparación moral y material de las víctimas del franquismo.
Por eso, aunque ni siquiera me crea que Garzón haya tenido en algún momento intención de investigar los crímenes de la reacción y esté convencido de que si inició unas mínimas actuaciones que han quedado en nada lo hizo para que ningún otro juez se le adelantara y así poder chupar cámara, me sumo a la protesta de mis compañeros de Las Ideas, que desde las diez de la mañana de hoy están publicando posts titulados “Yo apoyo a Garzón”.
En realidad, mi impresión es que Garzón está gozando con la situación creada, porque ha logrado lo que ha pretendido a lo largo de su carrera: manipular a la opinión pública en su provecho con objeto de convertirse en juez estrella... Ya lo veo, acompañado de la siempre sufridora y decente gente de izquierdas, entrar a la Corte de Estrasburgo rodeado de una legión de periodistas, si el Tribunal Supremo lo condena, lo cual no está nada claro dado lo endeble de la acusación.
Para ello, Garzón ha contado con la colaboración de otro remedo de juez, un tal Luciano Varela que para mayor escarnio lleva la etiqueta “de izquierdas” (¡lo que hay que aguantar!), a quien espero que en el futuro (ya que no lo hace quien debiera) algún tribunal internacional ponga en su sitio y que no le va a la zaga a Garzón en esto de retorcer la justicia para dirimir sus cuitas personales y convertirse, a su vez, en juez estrella.
Porque si no me gusta Garzón menos me gusta Varela, que ha incendiado el debate político en un ejercicio de irresponsabilidad absoluta (que algunos jalean sin ser conscientes de que envenenar a la población es un riesgo para la convivencia) y que ha manchado aún más la imagen de una justicia española de por sí desprestigiada.
Tengáis pleitos y los ganéis, señores Garzón y Varela…
12 comentarios
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sin nombre -
¿Acaso en otra vía se van a juntar los raíles?
Cada uno que llega al poder hace 'sus leyes' y cambia las anteriores, no para mejorar a los ciudadanos, si no sus intereses. ¿No están tratando de influir constantemente en la composición de los poderes judiciales?
Pues eso.
Franesco -
SGCI: Es el mío, así que me satisface que te guste.
ALBA: Gracias.
SERGIO: No sé si todos tenemos algo oscuro que nos empuja, pero sospecharlo en el caso de un juez es terrible.
SIN NOMBRE: Cabe decir, respecto de la historia que relatas, que a veces conviene cambiar de vía.
NICOLÁS: No soy yo quien ha dictaminado que Garzón no es imparcial, sino la Corte Suprema de Derechos Humanos de Estrasburgo. Y un juez que no es imparcial no es juez, sino otra cosa.
MITXEL: No me preocupa, en absoluto. Cada materia tiene su análisis y habrá más en las que podamos coincidir. En cuanto a Garzón, quizás también esté de acuerdo con algunos de los motivos que pudieras añadir.
DAVID: Nos quedan muchas transiciones que realizar, de muchos tipos.
OTRO QUE TAL BAILA: No sientas lástima, salvo por ti mismo, ya que algo grave le sucede a quien para referirse a los componentes de un partido político que entiendo rival utiliza el término traidores. Dicho lo cual comentaré tu adjetivación, deficientemente elegida:
-Pudiera ser hipócrita si como refieres estuviera a favor de las actuaciones Garzón en unos casos y no en otros, pero yo no lo considero juez desde que hizo un paréntesis en su actividad judicial para integrar las listas del PSOE y regresar después a ella... Ahí está su mal, pues no debió permitirse su regreso, dadas las materias que había tocado. Pero como en aquel momento a la derecha le interesaba su vuelta, ya que se trataba de enjuiciar al presidente González y a sus subordinados, nadie en el PP protestó. Ahora sí, e incluso hemos leído que lo tachaban de juez socialista (ja, ja, ja), porque en la instrucción del caso Gurtel (como tantas otras, mal instruida como hemos visto con las grabaciones) el perjudicado era el PP.
-Ser o no inculto no tiene que ver con conocer qué se está juzgando, que por supuesto lo sé. En todo caso podrías hablar de atrevido, porque conocer una norma legal no es prueba de cultura. Y en cuanto al conocimiento de la materia, es evidente que se juzga si Garzón se saltó, a sabiendas, su supuesta falta de competencia en el caso, lo que le habría convertido en prevaricador. No es tan difícil.
-¿Bajo en relación con el pacto constitucional por exigir la reparación de las víctimas? Deberías saber, ya que proclamas tu sapiencia, que las leyes de amnistía no incluyen los casos de genocidio, como crímenes de lesa humanidad que son. Yo no sé si todos los crímenes del franquismo, que los hay, pueden ser considerados así o deben entenderse como propios de una guerra y su continuación. Ahí está el quid. Porque si se pudiese probar que hablamos de genocidio como la voluntad sistemática de eliminar a una parte de la población concreta (los rojos), por motivos políticos, hablaríamos de genocidio y la Ley de Amnistía del 77, incluso permaneciendo vigente, no podría aplicarse a dichos casos, ni siquiera porque la hubiesen votado todos los partidos políticos de la época, que como es sabido la aprobaron. Así de simple.
-Pelota baboso. Ja, ja, ja... Veo que no has entendido nada. Al contrario, sólo digo que aprovecho la ocasión para hablar del tema en el momento en que muchos otros miembros de Las Ideas se manifiestan en apoyo de Garzón, y que yo no lo apoyo. No me sumo al garzonismo.
En cuanto al supuesto panfleto del PSOE que afirmas rula entre afiliados y simpatizantes para escribir de forma uniforme, te aseguro que tus fuentes te han engañado, pues yo soy militante del partido y a mí no me ha llegado, cuando suelo recibir casi todo lo que se envía. Así que infórmate mejor, si lo crees conveniente.
Ah, no sé si dedico mucho o poco tiempo a hacerme un hueco entre los míos, pero puedo asegurarte que si algún día ocupo lo que tú llamas un sillón no será para trincar, ni mucho ni poco, porque no es mi estilo. Eso lo dejo para quienes presumen de que en la empresa privada podrían ganar mucho dinero y luego se dedican a robarlo cuando ejercen cargos públicos, en su mayoría elementos de la derecha.
Y es que, en efecto, hay cada cosa que leer por ahí ¡y por aquí!
OTRO QUE TAL BAILA -
Otro de los adjetivos que se me vienen a la cabeza es el de inculto, pues opina de algo que no conoce, no tienes ni idea de qué es lo que se está juzgando en este asunto.
En cuanto a su apoyo por la reparación moral y material de las victimas del franquismo, el adjetivo que se me viene a la cabeza es el de bajo, pues a sabiendas de que cuando se acabo la dictadura, se hizo un pacto entre todas las fuerzas políticas del momento para hacer borrón y cuenta nueva, para dar paso a una nueva etapa en la que todos fuésemos iguales ante la ley, con la posibilidad de influir con nuestro voto en el rumbo que tomase España dando su apoyo a quien quisiera. Lo que pasa es que ahora lo que interesa al PSOE es dividir de nuevo a la ciudadanía. Este gesto solo lo hacen los bajos, los traidores, los que no saben lo que es respetar la palabra dada, los que una vez que llegan al poder, hacen lo indecible por perpetuarse en el.
También veo que tiene problemas interiores, pues no esta de acuerdo con una cosa a la que apoya porque sus compañeros de idas si estan de acuerdo. A esto se le llama pelota baboso, atención, yo estoy contra la pena de muerte, pero como mis amigos están a favor de ella, pues nada que fusilen al reo...
Ya lo remata cuando dice que Garzón llegará con la sufridora gente de izquierdas... juas, juas, juas, no se yo si usted conoce el panfleto que hay por ahí rulando del PSOE destinado a sus afiliados y simpatizantes en los que se dan las pautas para escribir artículos de opinión, me da la sensación de que está demasiado ocupado en hacerse un hueco entre los suyos para ver si puede trincar un poco... pues le doy un consejo, échele un vistazo porque de lo contrario no encontrara sillón donde sentarse.
desde luego, hay cada cosa que leer por ahí...
David Carrascosa -
Saludos, compañero!!
mitxel -
aunque yo habría añadido a los suyos otros motivos más para desconfiar de Garzón.
pero los suyos también me valen.
Nicolás -
sin nombre -
Lo que no es desde ningún punto de vista razonable, es que en España haya castas y clases de ciudadanos ante la ley. La ley es de todos y para todos. Y en un Estado de Derecho, que tanto nos gusta cacarear, en la que la Constitución dice que todos los españoles somos iguales ante la ley, lo menos que se puede pedir es que así sea. Y si el señor Garzón debe responder ante la ley por posible infracción, que responda. Y que se defienda como todo hijo de vecino.
¿Quien mejor que un juez para pedir que se cambie la ley si se cree que esa ley es injusta?
¿Por qué esperar que lo pida el pueblo?
Voy a hacer mención a una anécdota de infancia. Y no estaría de más que llegara a oídos del señor Garzón para ver si aprende algo beneficioso para su oficio:
Hace muchos años (1962), en plenas huelgas de mineros, iban dos críos camino del patio de las escuelas a pasar la tarde del sábado dando patadas a un balón.
Uno era hijo de mineros, el otro el hijo del juez.
Por lo que oía el hijo de minero en su casa a resultas de las huelgas, y no teniendo por la edad suficiente conocimiento, le pregunto a su amigo: "Pepito" (por decir un nombre) ¿que diferencia hay entre ley y justicia?
Pepito, que iba dándole patadas al balón contra la pared de los edificios, lo cogió en la mano, se puso encima de un raíl de un trenecillo que cruzaba el pueblo y le dijo al amigo que se pusiera en el otro raíl.
Siguieron caminando y el hijo del juez le dijo a su amigo. "Mi padre dice que la ley y la justicia son como los raíles del tren, van juntos y nunca se unen".
Después de cincuenta años, esta anécdota es pura realidad.
sergio -
Alba López -
SGCI. -
xiabre -
Dicho esto reconozco muchos de sus errores...errar es humano, afortunadamente.