¿GIBRALTAR, ESPAÑOL?, JA, JA, JA
La acertada visita a Gibraltar del ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ha servido para escuchar la habitual cantinela acerca de la españolidad del Peñón, basada en todo tipo de argumentos relacionados con el Tratado de Utrech, de 1713, cuando España perdió una plaza que entonces tenía un gran valor estratégico y hoy no tanto.
En especial, abochorna haber oído decir al secretario general del PP andaluz, Antonio Sanz, que la visita de Moratinos es una “traición histórica” y un “insulto a la dignidad de España”, cuando este Sanz sí que demuestra ser un insulto a la inteligencia colectiva, incluyendo la de sus votantes…
Y es que no se comprende qué buscan quienes en el siglo XXI reivindican Gibraltar para España y cuál es el problema de que el Reino Unido disponga de un territorio en la Península, como nosotros los tenemos en otros sitios sin que sus habitantes sean menos españoles que los peninsulares, más allá de que nos mantengamos firmes en lo tocante a que Gibraltar no sea un lugar donde radiquen empresas dedicadas a turbios negocios.
Porque si lo que se reclama es que el Peñón no debe ser un paraíso de la mafia de cuello blanco, perfecto; pero si se pretende pugnar por algo que en absoluto merece la pena, habría que dejar muy claro antes cuál es el coste de oportunidad.
En ese sentido, si España cometiera algún día el grave error de iniciar un conflicto más serio que el diplomático por Gibraltar, el Reino Unido podría responder de forma contundente; y no tengo ninguna duda de que la capacidad, la motivación, el sacrificio, la abnegación y la valentía del Ejército británico es bastante superior a la del español, desde hace bastante tiempo...
En realidad, el tal Sanz, digno representante de la grotesca estirpe que Ramón María del Valle Inclán desenmascaró hace ya mucho, está tardando, en vez de quedarse ante la puerta para azuzar a los incautos, en saltar la verja de la Roca armas en ristre. Entonces podría declamar, como en Los cuernos de Don Friolera, aquello de “¡Me sacrificaré una vez más por la Patria, por la Religión y por la Monarquía!”.
Sin embargo, ya escribía el genio del esperpento que “la realidad es siempre más cruel que la mala retórica. Los Ejércitos Nacionales, que con heroicas retiradas, al perder todas las guerras, hacían gloriosos todos los desastres, no lograban mantener la pureza del caduco vínculo nacional, como la hoguera o el fraile”.
A otro perro con ese hueso, señor don Antonio Sanz…
6 comentarios
Franesco -
Eris -
No es comparable la historia de Gibraltar con la de Ceuta, porque nunca se cuestiona la españolidad de las islas? pero sí la de Ceuta.. Cuando conozcais la historia podréis opinar si se parece o no la situción (que ni de lejos...)
xiabre -
Franesco -
CHARLIE: A Rajoy le va la marcha, sí.
o charlie, que se la suda el penhon -
Y otra pregunta para el pepe. Si queremos Gibraltar por estar en la Peninsula, por que queremos tambien Ceuta y Melilla que evidentemente no lo estan?
Pa mi que hay que regalarles (ahora que tanto nos explican que "todos los politicos" aceptan regalos) un mapa que incluya el sur de la Peninsula Iberica y el Norte de Africa.
Xiabre, el Shenorito Raxoi she rashga lash veshtidurash porque le gushta.
xiabre -