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ME SABE MAL, el blog de @Franesco

PÉREZ REVERTE Y EL PSEUDOANARQUISMO

PÉREZ REVERTE Y EL PSEUDOANARQUISMO

Arturo Pérez Reverte ha publicado recientemente un artículo titulado ESA GENTUZA que, dedicado a los actuales diputados en el Congreso, lo identifica como miembro de la secular reacción que entronca con la tradición pseudoanarquista que, casi siempre, acaba refugiada en las opciones más ultraderechistas.

 

De hecho, si profundiza en el mensaje, quizás aún esté a tiempo de ser el candidato de Rosa Díez para la alcaldía de Madrid, porque cumple el perfil…

 

Esto es lo que dice el escritor:

 

“Paso a menudo por la carrera de San Jerónimo, caminando por la acera opuesta a las Cortes, y a veces coincido con la salida de los diputados del Congreso. Hay coches oficiales con sus conductores y escoltas, periodistas dando los últimos canutazos junto a la verja, y un tropel de individuos de ambos sexos, encorbatados ellos y peripuestas ellas, saliendo del recinto con los aires que pueden ustedes imaginar. No identifico a casi ninguno, y apenas veo los telediarios; pero al pájaro se le conoce por la cagada. Van pavoneándose graves, importantes, seguros de su papel en los destinos de España, camino del coche o del restaurante donde seguirán trazando líneas maestras de la política nacional y periférica. No pocos salen arrogantes y sobrados como estrellas de la tele, con trajes a medida, zapatos caros y maneras afectadas de nuevos ricos. Oportunistas advenedizos que cada mañana se miran al espejo para comprobar que están despiertos y celebrar su buena suerte. Diputados, nada menos. Sin tener, algunos, el bachillerato. Ni haber trabajado en su vida. Desconociendo lo que es madrugar para fichar a las nueve de la mañana, o buscar curro fuera de la protección del partido político al que se afiliaron sabiamente desde jovencitos. Sin miedo a la cola del paro. Sin escrúpulos y sin vergüenza. Y en cada ocasión, cuando me cruzo con ese desfile insultante, con ese espectáculo de prepotencia absurda, experimento un intenso desagrado; un malestar íntimo, hecho de indignación y desprecio. No es un acto reflexivo, como digo. Sólo visceral. Desprovisto de razón. Un estallido de cólera interior. Las ganas de acercarme a cualquiera de ellos y ciscarme en su puta madre.

Sé que esto es excesivo. Que siempre hay justos en Sodoma. Gente honrada. Políticos decentes cuya existencia es necesaria. No digo que no. Pero hablo hoy de sentimientos, no de razones. De impulsos. Yo no elijo cómo me siento. Cómo me salta el automático. Algo debe de ocurrir, sin embargo, cuando a un ciudadano de 57 años y en uso correcto de sus facultades mentales, con la vida resuelta, cultura adecuada, inteligencia media y conocimiento amplio y razonable del mundo, se le sube la pólvora al campanario mientras asiste al desfile de los diputados españoles saliendo de las Cortes. Cuando la náusea y la cólera son tan intensas. Eso me preocupa, por supuesto. Sigo caminando carrera de San Jerónimo abajo, y me pregunto qué está pasando. Hasta qué punto los años, la vida que llevé en otro tiempo, los libros que he leído, el panorama actual, me hacen ver las cosas de modo tan siniestro. Tan agresivo y pesimista. Por qué creo ver sólo gentuza cuando los miro, pese a saber que entre ellos hay gente perfectamente honorable. Por qué, de admirar y respetar a quienes ocuparon esos mismos escaños hace veinte o treinta años, he pasado a despreciar de este modo a sus mediocres reyezuelos sucesores. Por qué unas cuantas docenas de analfabetos irresponsables y pagados de sí mismos, sin distinción de partido ni ideología, pueden amargarme en un instante, de este modo, la tarde, el día, el país y la vida.

Quizá porque los conozco, concluyo. No uno por uno, claro, sino a la tropa. La casta general. Los he visto durante años, aquí y afuera. Estuve en los bosques de cruces de madera, en los callejones sin salida a donde llevan sus irresponsabilidades, sus corruptelas, sus ambiciones. Su incultura atroz y su falta de escrúpulos. Conozco las consecuencias. Y sé cómo lo hacen ahora, adaptándose a su tiempo y su momento. Lo sabe cualquiera que se fije. Que lea y mire. Algún día, si tengo la cabeza lo bastante fría, les detallaré a ustedes cómo se lo montan. Cómo y dónde comen y a costa de quién. Cómo se reparten las dietas, los privilegios y los coches oficiales. Cómo organizan entre ellos, en comisiones y visitas institucionales que a nadie importan una mierda, descarados e inútiles viajes turísticos que pagan los contribuyentes. Cómo se han trajinado –ahí no hay discrepancias ideológicas– el privilegio de cobrar la máxima pensión pública de jubilación tras sólo 7 años en el escaño, frente a los 35 de trabajo honrado que necesita un ciudadano común. Cómo quienes llegan a ministros tendrán, al jubilarse, sólidas pensiones compatibles con cualquier trabajo público o privado, pensiones vitalicias cuando lleguen a la edad de jubilación forzosa, e indemnizaciones mensuales del 100% de su salario al cesar en el cargo, cobradas completas y sin hacer cola en ventanillas, desde el primer día.

De cualquier modo, por hoy es suficiente. Y se acaba la página. Tenía ganas de echar la pota, eso es todo. De desahogarme dándole a la tecla, y es lo que he hecho. Otro día seré más coherente. Más razonable y objetivo. Quizás. Ahora, por lo menos, mientras camino por la carrera de San Jerónimo, algunos sabrán lo que tengo en la cabeza cuando me cruzo con ellos”.

16 comentarios

Susana -

Ante los comentarios anteriores, ¿Soy la única que aprecia una diferencia entre los periodistas, empresarios u otros que nos desagraden y los diputados? A dichos periodistas o empresarios no los pagamos entre todos, no cobran del dinero público y los diputados sí. Me da igual que sean del congreso, la CAM o del ayuntamiento de Villalobos de abajo.Discurso demagógico y populista? Pos vale... Exabruptos? Bueno. Pero, ¿dónde está la falsedad en lo que dice?

Déjenme adivinar, el autor del blog y los comentaristas en su mayoría: ¿se dedican a la política o cobran del erario público de alguna otra forma? Pasaba por aquí y es la primera vez que los leo pero me resulta muy difícil de creer que ciudadanos normales, de los que trabajamos todo el día, pagamos nuestros impuestos, no compartan los sentimientos del Sr Reverte, demagógicos y populistas? Ok, dejen de gastar el dinero que no tenemos y dejaremos de serlo.

Franesco -

Me "alegra", no me "arregla"...

Franesco -

JUEVES: No creo que haga falta añadir nada más a tu reflexión. Lo que sí me arregla es que seamos bastantes los que tengamos clara la situación. Saludos.

Jueves -

Franesco, estoy completamente de acuerdo con usted en su planteamiento, pero creo que Pérez-Reverte simplemente hace su papel.

En España se vende bien este el discurso demagógico, populista y completamente vacío de contenido (y en este sentido la referencia a UPYD viene que ni pintada como otro ejemplo de lo anterior).

Si esto se le añade un puñado de tacos, he aquí el discurso de este señor. Pérez-Reverte lleva años repitiendo lo mismo artículo tras artículo y entrevista tras entrevista como medio para conectar con determinado público (no escaso precisamente) y garantizarse un lugar en la escena pública.

No creo que haya que darle más vueltas, como escritor es más que limitado y como académico... bueno, si Reverte tuviera un ápice de ética o de honestidad, podría dedicar a ciertos académicos como él las mismas descalificaciones que aplica a los diputados con tanta soltura.

En definitiva, aplicando criterios objetivos, ¿acaso no es él otro más de los que viven del Erario Público? ¿No es otro más que ha sabido arrimarse al buen árbol para que beneficiarse de una sombra que pagamos todos?

Franesco -

RUNAWAY: Coincido contigo: también pienso que hay algún impresentable en el Congreso, pero como en todos lados. Y Pérez-Reverte, con su escrito, demuestra ser uno de ellos.

XIABRE: Sí es un prototipo de lo hispánico, sí.

PEDRO REY: Se quede o no corto en algunos casos, si como periodista dispone de información sobre algún diputado o senador lo que debe hacer es ponerla a disposición de la opinión pública; tirar la piedra (escribir) y esconder la mano con que recibe el pago por su vomitona es propio del periodismo que siempre ha dado cobertura al golpismo.

PACO: Yo es que no creo que deba ponerse a la par su supuesta calidad literaria, que en cierta medida la tiene, con su capacidad para hacer análisis político. También Cristiano Ronaldo es un crack en lo suyo y no va por ahí intentando arreglar el mundo, sino tratando de hacer bien aquello para lo que dispone de talento. Y Pérez-Reverte demuestra no tener talento político: su mensaje ("Abajo los partidos políticos")ya era viejo en el siglo XIX.

Paco Piniella -

Mi mujer era fan suya cuando lo conoció en un coctel pudo ver lo pedante que era. Es un tío ególatra sobre todas las cosas, se quiere tanto que si se sube a su ego y se tira se suicida.

Pedro Rey -

Se queda corto.

xiabre -

como escritor por otra parte, no lo cuestiono. Ahora las vomitonas de cada uno , en casa y y sin molestar, hombre, que una tiene el estómago sensible.

xiabre -

lo malo para el Sr. Reverte es que nosotros, lamentablemente, también conocemos, para nuestra desgracia gente de su calaña, que le pone motes maliciosos y machaca a una compañera ...no sé si por ser mujer, porque le cae mal o porque considera que las mujeres nunca deben de estar en territorio comanche donde, por lo que se ve, sobran "indios" y prepotencia.
este señor en lugar de miembro de la real academia aspiraba a juez del supremo y se quedó en escaparate de los defectos nacionales.

Juan -

Y a mí por las tuyas, igualmente Elvira.

Runaway -

No es la primera vez que leo un artículo vomitativo de éste elemento.

Puedo comprender que a veces se sienta asqueado (¡¡y quién no se ha sentido nunca así¡¡) , pero tal y como dice el autor de la entrada, está muy mal generalizar y debería de señalar a quien le pone así y no generalizar.

Porque puesto a llamar GENTUZA, yo a él lo considero más gentiza que todos los que se puedan reunir en el Congreso de los Diputados, y mira que hay algunos que son unos impresentables, pero éste "escritor", él solito supera a todos los demás.

Franesco -

ELVIRA: Si a mí no me cuesta admitirlo, sobre todo aquello que dices de que "la parte es excesiva". Pero cuando uno habla así, generalizando, de la clase política, lamina el sistema. Hubiese sido mejor que identificara a aquellos que desprecia...

Porque también podría decir lo mismo, porque sucede igual, de los ejecutivos que salen de sus oficinas; o de los sindicalistas que salen de su sede para ir al bar de enfrente, o de los periodistas que firman tribunas al servicio del primero que les paga.

JUAN: No pongo en duda la capacidad como escritor de Pérez-Reverte, pero sí su criterio a la hora de hablar de política. De hecho, creo que de todo el artículo lo único salvable es esto: "No es un acto reflexivo, como digo. Sólo visceral. Desprovisto de razón".

SNAKE: Razón, no, como él mismo dice. Asume que es una cuestión visceral... Yo siento lo mismo ante periodistas como él que no ayudan en nada a mejorar nuestro sistema de valores. Habla (escribe, en este caso) como cualquier energúmeno reaccionario, cuando se supone que no debería serlo.

snake -

Como de costumbre, no le falta razón a Perez-Reverte.

Elvira -

Juan, por tus palabras me alegra no estar de acuerdo contigo.

Juan -

¿Sólo hay gentuza en la Carrera de San Jerónimo?¿No la hay sentados y sentadas en la CAM?¿O es que la CAM lo subvencionan a él tan justamente que sólo son dignos de alabanza? El único prepotente, imbécil y estúpido que hay aquí es ese interesado zopenco del dos de mayo. Cualquier cosa es un escritor y un intelectual.

Elvira -

Lo peor de Reverte es que aunque no queramos admitirlo, su texto describe a demasiados diputados.

Es cierto que no podemos tomar la parte por el todo, pero sintiéndolo mucho, creo que la parte en estos momentos es excesiva.