MADRID 2011: CANDIDATO SIN PARTIDO
La decisión sobre si la elección del candidato a la alcaldía de Madrid para 2011 se adelanta a otoño y sobre el propio nombre del candidato la tomarán al alimón, según El País, el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, y el de la federación madrileña, Tomás Gómez. La información, de ser cierta, adelanta un escenario destinado no sólo a que ninguno de los dos secretarios generales pase por derrotado –lo cual resulta pueril–, sino a que la militancia, una vez más, no tenga nada qué decir:
“Si hubiera acuerdo entre ambos sobre el candidato y el adelantamiento de su elección, su identidad permanecerá guardada en secreto hasta octubre”.
Dejando clara mi discrepancia con el hecho de que se nos hurte a los militantes madrileños la participación en la elección de quien defenderá un proyecto que se supone nuestro –y que, por no poder elegir a nuestro cabeza de lista, no lo será–, lo cual nos exime de responsabilidad ante el hipotético fracaso electoral posterior, me centraré no en el nombre del candidato, que en realidad no creo sea lo más importante, sino en el déficit de organización interna con que se encontrará el candidato, sea quien sea.
Y es que el gran problema del socialismo en la capital es que no existe dirección política y no porque los compañeros que debieran encargarse de ella no hagan bien su trabajo, sino porque, simplemente, no la hay: como no existe una Agrupación Socialista Madrileña como tal, tampoco hay un secretario general encargado de liderar nuestro proyecto político en la ciudad a quien, entre otras cosas, podamos responsabilizarle de nuestros éxitos o de nuestros fracasos.
Esa situación proviene de 1977, cuando se formó la Federación Socialista Madrileña y la capital contaba con el 75% de los habitantes de la provincia de Madrid, lo cual debió hacer temer que un secretario general de la ciudad tuviera demasiada fuerza en la Federación, al poder arrastrar el voto de la mayoría de los militantes, por lo que en Madrid ciudad se configuró un partido organizado en agrupaciones de Distrito que dependerían directamente del secretario general de la Federación.
Tras las sucesivas derrotas electorales en el municipio, el 37 Congreso Federal trató de poner fin a ese grave fallo de organización, que pudiera entenderse hace treinta años y no en la actualidad, porque hoy día sólo la mitad de la población madrileña vive en la capital pero, sobre todo, porque la organización en la ciudad apenas cuenta ya con un tercio de los más de 20.000 militantes de la región…
Sin embargo, de lo aprobado en el 37 Congreso Federal y luego matizado en el 11 Congreso Regional nada más se ha sabido, como otro día desarrollaré.
POSDATA: Viendo cómo se toman las decisiones en la formación política capitalina más apoyada por los progresistas, cualquiera comprende por qué en Madrid cada vez hay menos convecinos dispuestos a participar en nuestro partido; si a nadie le gusta estar en los sitios de palmero, si ese alguien es de izquierdas, mucho menos…
1 comentario
Enrique Castro -
Un saludo.