AHORA, LA GRIPE
Ha generado alarma la actitud seguida por alguna autoridad militar de permitir la visita de unos escolares al mismo acuartelamiento de Hoyo de Manzanares (Madrid) donde se han confirmado varios casos de gripe A. No es para menos, ya que no se comprende que se autorizase dicha visita si para entonces ya había sospechas de que algunos militares pudieran estar contagiados.
El Gobierno, como no podía ser de otro modo, ha actuado con prontitud y ha abierto un expediente informativo para saber qué ha sucedido y de quién es la responsabilidad de tamaño despropósito. Todo apunta a que el caso es achacable al director de la Academia de Ingenieros y Transmisiones del Ejército, el general de Brigada Pedro Vivas, aunque habrá que esperar al resultado de la investigación del ministerio de Defensa, que con muy buen criterio ha decidido que el instructor del expediente no sea nadie del acuartelamiento, que al final podría ser juez y parte, sino el jefe del Estado Mayor del Ejército, el general Fulgencio Coll.
El portavoz socialista en la Comisión de Defensa del Congreso, Eduardo Madina, ha aprovechado para recordar algo evidente: no fue la ministra Carmen Chacón la que decidió que esos escolares entraran en la base militar tras el brote de la infección y sería “imprudente y muy injusto” responsabilizarla por ello.
Porque la obligación de un dirigente político no es supervisar cualquier detalle de lo que se hace en su negociado, sino estar pendiente del conjunto, tomar decisiones a partir del cuadro general y las situaciones concretas de cierta importancia y, sobre todo, detectar en cada momento qué es relevante. Y este caso lo es.
En torno a este asunto, a la ministra se le habría podido reprochar su actitud si no le hubiera dado importancia al asunto o si hubiera tratado de esconderlo, pero eso es justo lo contrario a lo sucedido, ya que Chacón ha modificado incluso su agenda de campaña electoral para hacerse cargo de la situación.
En todo caso, que nadie se equivoque: el PP intentará sacar partido e incluso llegará a compararlo con la ocultación de pruebas y manipulaciones cuasi delictivas del ex ministro Trillo en el caso del Yakolev.
Lo llevan claro.
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Franesco -
josito -