A PUBLIO LO MATÓ UN ASESINO
La noticia de que el GRAPO Silva Sande ha confesado que el empresario Publio Cordón murió por accidente a los pocos días de ser secuestrado es de las que envenenan a quien las lee, máxime cuando está bastante claro que el asesino miente para intentar obtener algún tipo de beneficio penitenciario asociado a su supuesta colaboración.
¿Qué se cayó por la ventana, tratando de huir? A Publio Cordón, como sospecha su familia, lo debieron de matar y enterrar al poco de secuestrarlo, porque eso permitía a sus asesinos no afrontar el complejo aparato logístico y operativo de este tipo de acciones: trasladar al secuestrado, destinar un espacio en el que esconderlo, alimentar a la víctima, proceder a su entrega tras cobrar un rescate, etc.
Es decir, un caso muy similar al de aquella muchacha de La Moraleja, a quien mataron en cuanto pudieron para pasar a reclamar después el dinero a una familia que tenía la esperanza de recuperarla con vida...
Lo que quizás nunca podamos saber, ni siquiera si al final acaba apareciendo el cadáver, es si quien mató a Publio Cordón fue el tal Silva Sande u otro tan repugnante como él.
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