CON RETRANCA
Ha sido noticia el posado de Soraya Sáenz de Santamaría que acompañaba a una entrevista concedida al dominical del diario El Mundo, en la que la portavoz parlamentaria del Partido Popular afirmaba, entre otras cosas, que su marido “tiene una retranca bárbara”.
No han faltado quienes desde la derecha han atacado a la diputada, quienes desde la izquierda han aprovechado para denunciar anteriores críticas del PP sobre asuntos presuntamente similares —posado de las ministras socialistas para Vogue, vestimenta de Carmen Chacón durante la última Pascua Militar, etc.— que no lo son y, sobre todo, quienes hablaban acerca de si Soraya salía o no favorecida…
Como entiendo que cualquiera es libre de aparecer en los medios de comunicación como estime oportuno, siempre que del mismo modo acepte la crítica—que para eso se trae a la plaza pública lo que hasta entonces era privado—, valoraré la foto y la trascendencia de la misma:
En primer lugar, no me parece que Soraya acabe de estar atractiva en la foto. De hecho, la estética general resulta un tanto cutre. Un quiero y no puedo, por el piececito apuntando en pretendida postura sensual, el pelo revuelto y, sobre todo, la artificial mirada de tigresa. Si le unimos que el vestido de noche no acaba de serlo porque el escote tapa lo que debiera insinuar, mientras sí muestra los hombros —el problema son los tirantes; quizás hubiera sido mejor lucir un “palabra de honor”—, la imagen es algo vulgar. En todo caso, la diputada no está fea, aunque creo que si la foto —y me refiero a la obra creativa, no a la fotografiada— ha llamado tanto la atención es, antes que por otra cosa, por el lucido blanco y negro.
Dicho lo cual, vamos a lo que interesa, que es la trascendencia política y lo que la fotografía tiene de carga psicológica. Porque este posado parece indicar que la intención de esta mujer —igual sucedería caso de ser hombre, que los misterios de la psique no tienen sexo— era pasar por guapa, lo cual ha supuesto anteponer sus querencias particulares al comportamiento que se acostumbra mantener en política.
Porque la actitud de la portavoz popular me ha hecho recordar “Pobre Cristina”, aquella magnífica canción de Sabina en la que hablaba de la millonaria heredera Onassis, “tan pobre que no tenía más que dinero”, quien para evitar que fotografiaran su oronda figura “aunque se derrita empapadita de sudor no se quita el albornoz”… Aquel tema cuyo estribillo, con retranca, aseguraba: “Cris..., Cris..., Cristina, suspira y fantasea con que la piropea un albañil”…
La cuestión es que, encerrona de Pedro Jota al margen, Soraya Sáenz de Santamaría ha trasladado a la opinión pública que necesita autoafirmarse y que, pese a ocupar un puesto de representación institucional al que muchos querrían acceder —sobre lo fácil que se lo ha puesto a algunos también podríamos hablar largamente—, lo que en realidad le emociona es que los demás admiren su palmito.
Es algo parecido al trauma que sin duda arrastra el presidente francés, Nicolás Sarkozy, a quien desde su niñez debió ilusionarle, dada su escasa estatura, poder disfrutar de una relación sentimental con una mujer esbelta, caso de Carla Bruni…
Por no hablar de José María Aznar, el chico de derechas cuya familia quizás no tuviera tanto poder adquisitivo como otros compañeros de pupitre y a quien le salió de dentro casar a la niña “a lo grande”. Un tipo cuya máxima emoción parece ser presumir de su revés liftado en la cancha de paddle, de en cuántos minutos recorre el kilómetro en una media maratón o del estado de sus abdominales…
Desde luego, la cosa tiene guasa. O, como diría la portavoz popular, retranca…
4 comentarios
Colibrí Lillith -
Franesco -
CHARLIE: No te alarmes... Aquí sigo. Pero estoy viajando mucho desde Madrid a la costa y viceversa, y me falta la BlackBerry del amigo Barack Obama... ¡A ver si ligo una pronto!
charlie, o terror dos mares -
QUE PIERNAS TIES, CORDERAAAA!!
Por cierto, Franesco, felicidades por volver a publicar, que me tenias alarmado. Por eso te puse varias historietas, por si lo de la inspirasao.
Millán -
Sin ser un experto en fotografía, la foto no parece buena ni por la disposición de la posante, ni por el entorno, ni por el lugar para que repose su naturaleza. ¿A quién habrán mandado para hacerla?. Quizá, como no la han podido encajar un dossier de los nuevos gorilas la han hecho un "book" para su "promoción". En cuestiones psicológicas veo que eres freudiano. En tu diagnóstico no estoy de acuerdo, seguramente porque soy más de la escuela conductista.
Saludos.