CORNUDO, APALEADO Y SIN CARGO

El escándalo provocado por las relaciones extramatrimoniales de la señora Robinson, todavía esposa del todavía primer ministro de Irlanda del Norte, se ha saldado con la renuncia temporal de éste y su sustitución en el cargo por una compañera de partido.

 

Extraño mundo éste, en el que alguien paga por unas infidelidades, además de unos desfalcos asociados a ellas, cometidas por su pareja…

 

Eso sí: entiendo que Peter Robinson no estará del todo contento.

3 comentarios

[xiabre - 12 de enero de 2010 - 10:31]

oy tan japuta, que a mi lo que me encanta es que ella sea ultraconservadora y "tradicional", jojojojojojojo

[Franesco - 11 de enero de 2010 - 20:16]

JÉSSICA: Ni lo dudes, compañera. Él habría salido diciendo que "asumía" su error, dejando caer alguna lágrima que otra, mientras su abnegada esposa le acariciaría la mano como diciendo: "Te perdono". Dicho lo cual, aporto una idea a tu reflexión: lo mismo el tipo deja el cargo unas semanas para no ver los codazos de los compañeros y rivales de escaño... ¡Qué duro es ser hombre en estos tiempos!

[Jéssica - 11 de enero de 2010 - 17:16]

Me atrevo a afirmar que si él no hubiese sido el cornudo, sino el infiel, no habría dimitido. A Clinton me remito. De lo que podríamos extraer curiosas reflexiones...