Según El Confidencial, tres responsables del PSOE y actuales miembros del Gobierno cenaron el pasado 23 de septiembre con los directivos del Grupo PRISA Ignacio Polanco (“presidente y heredero”) y Juan Luis Cebrián (“consejero delegado y hombre fuerte del grupo”), para tratar de rebajar la tensión existente entre el grupo de comunicación y el Gobierno que, cumpliendo con su cometido, dicta las leyes que afectan a su conglomerado empresarial.
Según dicha información, los tres cualificados militantes socialistas fueron el ministro de Política Territorial y vicepresidente tercero Manuel Chaves, a la sazón presidente del PSOE; el ministro de Fomento, José Blanco, vicesecretario general del partido; y el ministro del Interior Alfredo Pérez Rubalcaba, miembro de la Comisión Ejecutiva Federal.
Cinco días después de esa cena, el secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, entrevistado en la Cadena SER, se mostró partidario de “pasar página a los dos editoriales y las varias tertulias” que le ha dedicado PRISA, un grupo que “ha aportado a la democracia un valor que está en el sentimiento de todos los demócratas”. Zapatero añadió que, en todo caso, “gobernar es gobernar y hay que tomar decisiones que son para el interés general”, aunque puedan no convenirle a corto plazo a algún grupo de comunicación.
Personalmente, celebro que quienes ejercen responsabilidades al frente del partido sean conscientes de que, sin dejarse avasallar por lo que escriban o digan los medios de comunicación propiedad de PRISA, al proyecto socialista le conviene que termine el que se ha venido en denominar “Fuego Amigo”.
Por eso aclaro que no me equivoco al titular: quienes siendo dirigentes del PSOE pretenden limar asperezas con PRISA, demuestran ser “responsables”; por contra, quienes ocupando cargos en el PSOE parecen divertirse con la aparente crisis económica del grupo de comunicación más influyente de España, o consideran que a un proyecto de izquierdas le basta con el apoyo de periódicos o televisiones que en el futuro quizás sean importantes, pero que de momento apenas superan en calidad a muchas gacetas universitarias o emisoras locales, son unos irresponsables.
Afortunadamente, el PSOE sigue contando con dirigentes responsables, que nunca pondrán en riesgo de forma consciente el común proyecto colectivo.