HISTORIA DE MACACOS
Continuando con mi serie de económicas lecturas veraniegas, debo hablar de HISTORIA DE MACACOS, de Francisco Ayala, que, por 2 euros y siempre gracias a la Cuesta de Moyano, me ha hecho sonreír como pocas.
Ayala narra en su cuento la cena que un matrimonio residente en una colonia europea ofrece a sus amigos varones y el ambiente de sorna de estos invitados (casi todos miembros de la empresa donde hasta ese día trabajaba el esposo, quien regresa a la metrópoli...) debido a que durante el último año han gozado, sin excepción, de los favores sexuales de la esposa del anfitrión. “Cuánto vamos a echaros de menos, sobre todo a tu esposa, a quien ninguno de nosotros podrá olvidar jamás”, vienen a mofarse los cómplices necesarios del aparentemente secreto adulterio.
El bochornoso espectáculo da un giro imprevisto cuando, a los postres, el anfitrión se levanta y pronuncia un agradecido discurso para con sus presuntos amigos, por haber mantenido en silencio el hecho de saber que su supuesta esposa no era tal, sino una prostituta profesional (a la que él mismo había animado a desplazarse un año antes a la colonia con objeto de limpiar a los incautos), como no podía ser de otro modo a la vista de que durante todo el año habían estado pagando los favores de la dama. Y aún dijo más:
“No me queda, por consiguiente, apreciados colegas, sino informarles por encargo de nuestra querida Rosa de que, con sus ahorros, se propone —ya que su juventud triunfante le desaconseja la sosegada existencia del rentista— instalar un establecimiento de galantes diversiones que, seguro estoy, ha de ser modelo en su género, y donde, por descontado, serán recibidos ustedes como en su propia casa cuando alguna vez deseen visitarlo. Entretanto, que el Señor les colme de prosperidades”.
El estupor de los comensales, que han hipotecado su patrimonio para gozar de la atractiva joven, es de los que hacen época, porque además deberán rabiar en silencio padecer el consabido chasco del timador timado...
El librito en cuestión, además del relato comentado, incluye otros dos breves cuentos de menor categoría:
—VIOLACIÓN EN CALIFORNIA, también divertido, narra las vicisitudes de un comisario de policía para explicar a su esposa la denuncia que esa misma tarde ha presentado un joven automovilista, tras ser asaltado por dos jóvenes hembras a quienes, a punta de pistola, ha debido satisfacer sexualmente: “Eso es todo lo que me faltaba por ver en este mundo: mujeres violando a un hombre”, resume el comisario.
—UNA BODA SONADA, menos brillante, sobre el obligado retiro de una bailarina que, harta de los silbidos del público, decide premiarlo con una sonora ventosidad: “La artista fulminó a sus ocupantes una terrible mirada, se detuvo por un instante, levantó la pierna y disparó contra ellos explosiva detonación”.
En definitiva, tras este acercamiento me resulta obligado saber más sobre la extensa obra narrativa del centenario Ayala, de quien sólo había leído alguno de sus ensayos. Así pues, si las encuentro a buen precio, comenzaré por MUERTES DE PERRO (1958) y EL FONDO DEL VASO (1962).
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