LAS CORRUPCIONES
No se asuste nadie. No hablaré del guateque de Gallardón y sus adláteres... LAS CORRUPCIONES es el título de la novela que acabo de terminar, obra del periodista y escritor Jesús Torbado, quien obtuvo con ella el Premio Alfaguara en 1965, en su primera concesión.
Reputado y premiado autor, de Torbado ya había leído algunas obras antiguas, como su Premio Planeta (1976) “En el día de hoy" en el que narra un supuesto final de la Guerra Civil con victoria republicana y sus hipotéticos sucesos posteriores; y, sobre todo, "Los topos", de 1977, escrita junto con Manu Leguineche y subtitulada con precisión “el testimonio estremecedor de quienes pasaron su vida escondidos en la España de la posguerra”.
Como (casi) siempre soy sincero, reconozco que el libro, que para algunos escritores ha sido “libro de cabecera”, a mí me ha resultado ni fu ni fa...
En 1965 podía ser provocadora, incluso subversiva (el título original era “Las descomposiciones” y la censura franquista lo cambió a “Las corrupciones”; aunque si su autor no lo ha reeditado bajo otro título en democracia es que lo da por bueno...), la historia de un joven sacerdote llamado José Antonio que deja los hábitos al poco de ordenarse, abandona a sus padres tras conocer que es adoptado y recorre media Europa a golpe de botella de vino y fortuitos encuentros sexuales hasta alcanzar un buscado desenlace, ya como Mylkas, que no desvelaré.
Hoy, ese argumento dice poco si no va acompañado de otras cosas... Y el libro tiene pocas cosas más...
Puede ser precisamente el cambio de época la causa de mi (mala) impresión: “Hay libros para un momento y libros para todo momento... Éstos, estos últimos son los que no hay que dejar de leer”, me explicó una mañana un magnífico profesor de Lengua y Literatura con cuyas indicaciones creo haber aprendido a escribir (bien).
“Las Corrupciones” no es un libro para todo momento, aunque sin duda me alegro de haberme dado cuenta tras su lectura. Eso que me llevo puesto.
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