AMPUTADO EN LA VALENCIA DEL PP
En la misma Comunidad Autónoma, Valencia, donde hace tres días arrasó el Partido Popular, hoy ha sido noticia que un trabajador boliviano perdió su brazo izquierdo en un accidente laboral y que su empleador ni siquiera se preocupaba de su ingreso en un hospital, al tiempo que tiraba el brazo seccionado a un contenedor, y sí de advertirle de que no hablase de las circunstancias del accidente, ya que el trabajador no estaba dado de alta en la Seguridad Social…
Aunque la versión del joven boliviano no coincide en todos los términos con la del empleador, quien dice que el trabajador se cayó a una máquina no cuando estaba de servicio, sino en estado de embriaguez en su descanso, y que fue su propio hijo –el del empresario– quien acompañó al accidentado al hospital y quien presa de los nervios tuvo que ser atendido en urgencias con una crisis de ansiedad –no es para menos–, lo cual dice poder probar con el parte de entrada en el hospital, lo más chocante del caso es que el suceso ocurrió diez días antes de las elecciones europeas, el pasado 28 de mayo, y no ha trascendido con la magnitud que merece hasta ayer martes…
¿Por qué una situación como esta no se ha dado a conocer antes? ¿Por qué no había sido noticia de ámbito nacional? ¿Por qué ha tenido que ser Comisiones Obreras la que denuncie públicamente el caso? ¿Nadie en la UGT sabía lo sucedido? ¿Y en la Inspección de Trabajo? ¿Cómo es posible que la Guardia Civil actuase, para intentar recuperar el brazo echado a perder, y el Delegado del Gobierno en Valencia no lo supiese? ¿O sí lo sabía? ¿Y cómo sólo ha trascendido el caso después de las elecciones europeas?
Demasiadas veces me explico lo que le sucede al PSOE en Valencia… Porque, ¿dónde estaban los responsables de nuestro partido en aquella Comunidad Autónoma, incapaces de denunciar públicamente un caso que hubiera removido las conciencias porque nos retrotrae a tiempos que creíamos superados? ¿Por qué no se ha desplazado ya al hospital, como sí han hecho los periodistas, el secretario general del PSOE valenciano, Jorge Alarte, quien debiera haber exigido inmediatamente que el Gobierno de Camps concediera ayudas económicas a este pobre muchacho? ¿O es que esperarán a que el propio Camps vaya al hospital a hacerse la foto para criticarle por ello?
Habrá quien diga que ir al hospital “a hacerse la foto” es impropio de un político; en mi opinión, es exactamente lo propio, sobre todo si el político es socialista: en primer lugar, porque el muchacho accidentado lo merece; en segundo, porque la causa de un trabajador herido en su trabajo coincide exactamente con la que se supone defiende el PSOE; y en tercero, por si a nadie del PSOE valenciano le sirve con lo anterior, porque es lo conveniente para su estrategia política…
Porque no hablo de ser oportunista, sino de hacer lo oportuno.
POSDATA 1: Aunque tenía mis dudas sobre si publicar o no en el post la foto de Franns Rilles Melgar, que así se llama el desgraciado protagonista de la historia, creo que la situación en que se encuentra el trabajador es más ilustrativa con su fotografía.
POSDATA 2: Que nadie piense que los dirigentes del PSOE valenciano no tuvieron ocasión de conocer lo sucedido porque en aquella Comunidad Autónoma hay un “muro de silencio”, porque la noticia se publicó el 29 de mayo, al día siguiente del suceso:
LA POLICÍA RECUPERA DE LA BASURA EL BRAZO AMPUTADO DEL EMPLEADO DE UNA PANIFICADORA
El operario de una panificadora del Real de Gandia perdió su antebrazo izquierdo en la madrugada de ayer al sufrir un accidente laboral con una máquina que le seccionó completamente el miembro. Según diversas fuentes, el suceso ocurrió alrededor de las doce de la noche del miércoles cuando el trabajador, de origen sudamericano, estaba manipulando una máquina de cortar la masa con la que se elabora el pan. Por motivos que se están investigando, la cuchilla alcanzó su brazo, seccionándolo por debajo del codo. Los dueños y otros trabajadores de la panificadora trasladaron inmediatamente al herido al hospital de Gandia, en donde los médicos practicaron los primeros auxilios. Acto seguido, los sanitarios preguntaron si habían traído el antebrazo seccionado, dado que debían estudiar si era posible realizar una operación de reimplante. La respuesta negativa llevó a comunicar los hechos a la policía nacional, cuyos agentes se desplazaron inmediatamente al hospital, y de allí a la panificadora, con el fin de buscar el miembro del trabajador herido.
Los agentes se quedaron sorprendidos al comprobar que los compañeros de trabajo habían limpiado la máquina que causó el corte y, junto a la masa del pan, habían tirado el antebrazo a un contenedor de basura. Sin perder un segundo, la policía sacó las bolsas del contenedor y, tras hallar el miembro, se desplazó a toda velocidad hacia el hospital, en donde lo entregaron a los facultativos. Fuentes de la Conselleria de Sanidad no pudieron confirmar ayer a este periódico si finalmente se pudo practicar la operación o si ha sido posible mantener el antebrazo en condiciones de poderlo hacer en días posteriores.
Paralelamente, la Guardia Civil ha abierto una investigación para aclarar tanto las circunstancias exactas del accidente laboral como para conocer si el trabajador sudamericano estaba dado de alta en la Seguridad Social. En los próximos días el propietario de la empresa tendrá que declarar ante la autoridad judicial para esclarecer completamente los hechos.
s. sapena gandia
6 comentarios
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Franesco -
JÚCARO: Es cierto que el título es excesivo, pero lo elegí ex profeso para dejar claro que, más allá del caso concreto, la izquierda podría haber sacado partido electoral de esta triste suceso si hubiese estado a lo que tiene que estar.
ROBERTO: Tal cual.
SNAKE: Es posible, amigo, es posible, como ya le digo a JUCARO... Sobre todo porque no creo que tenga nada que ver este caso concreto con que en Valencia gobierne el PP, ya que en todas partes pueden cocer habas. Sólo trataba de explicar de forma contundente que este era un caso que permitía claramente la reivindicación política y que, quien debiera haberlo aprovechado, no ha sabido hacerlo.
snake -
vaya, el medidor de demagogia acaba de explotar...
Roberto -
El resto del poema, está en nuestra mano que se siga escribiendo. Pero el final ya hay quien puede intuirlo.
Júcaro -
Tienes razón, hay que implicarse, hay que dejar los sillones y salir a la calle. Estar al tanto de la calle como decimos por aquí.
Nicolás -