ABORTO: NO CONTRA EL 56% DE SOCIALISTAS
Que el anteproyecto de Ley no podrá salir adelante con el texto actual, o con las partes más polémicas del texto actual, no se le escapa a nadie que sepa valorar lo que supone que el 64% de los ciudadanos estén en contra de una medida. Sobre todo porque cuando ocupas el Gobierno tras ser el partido más votado hace apenas un año, dicho 64% implica que la mayor parte de tus votantes también están en contra de tus planteamientos.
Porque se puede gobernar, e incluso legislar, en contra del pensamiento de tus rivales, pero no en contra del de los tuyos. Eso ya lo hizo Aznar con la guerra de Irak, y bien caro le costó al Partido Popular…
Dicha experiencia debiera servirnos a los socialistas para comprender que ni siquiera un presidente –disponga de mayoría absoluta o no, como además es el caso–, al fin y al cabo uno más de los muchos defensores de un proyecto colectivo, puede poner en riesgo la causa de tantos.
Porque a mí no me importa, aunque me interese saber qué piensan, que el 88% de los votantes del PP estén en contra de que las menores puedan abortar sin el consentimiento de sus papás; lo que sí me preocupa, pero mucho, es que el 56% de votantes socialistas también sean contrarios a una medida que el Grupo Parlamentario que ellos mismos han elegido se empeña en defender…
Por supuesto, yo estaría a favor de pelear por la actual redacción, crease polémica o no, si dicho texto fuese un acuerdo de partido, aprobado tras un debate interno en profundidad, en el que hubiesen quedado claras las posiciones de cada cual y la militancia hubiera tenido la opción de conocer posturas enfrentadas, de exponer las suyas y de escuchar las de los demás, y que al final del proceso, se hubiera tomado una decisión vinculante, que todos defenderíamos. Pero sufrir un desgaste como el asumido porque en una tarde monclovita un par de mentes creativas haya decidido poner sobre la mesa una cuestión que desaprueba más de la mitad de los tuyos, eso, no.
No está de más señalar que a mí me parece correcta la reforma del aborto que se ha planteado desde el Gobierno, pero también sé –y entiendo que también debieran saberlo otros/as– que no deja de ser mi opinión personal…
Porque también me gustaría que se cerrasen los colegios de curas, que se concediese a todas las madres un salario mensual, que se impidiera que alguien tuviera más de una vivienda mientras un compatriota no tuviera otra que disfrutar –y no entro en si debe tenerla en propiedad–, que se persiguiese de forma sistemática el conocido fraude a la Hacienda pública de las grandes fortunas y tantas y tantas cosas por las que, como en el caso del aborto, merece la pena luchar.
Pero, sobre todo, me gustaría luchar por cosas con las que no estuvieran en contra el 56% de quienes votan lo mismo que yo, porque el 56% es más de la mitad…
8 comentarios
Franesco -
PLANES: Sin duda, la clave está en la parte final de tu respuesta Se debe legislar para todos, no solamente para los votantes, y mucho menos para los afiliados. Los dos partidos mayoritarios, los únicos que en verdad pueden gobernar España, deben tenerlo muy claro. Y si lo que quieren es que la gente suscriba sus tesis, lo que tienen que hacer es convencerles poco a poco, no imponer sus criterios a golpe de Ley o Decreto. En primer lugar, porque está mal; pero en segundo (y lo digo como militante socialista), porque además es una estrategia equivocada, porque sólo sirve para que el votante tome nota y te lo haga pagar en las próximas elecciones, lo que supondrá no sólo que quien te derrote derogará dicha Ley (recordemos lo que hicimos nosotros con la nunca vigente de Educación del PP, que afortunadamente quitamos de en medio), sino que al perder el Gobierno, no podrás seguir convenciendo poco a poco al ciudadano de la bondad de tus propuestas: desde la oposición no se puede hacer prácticamente nada.
DESENCANTO: ¿Y dónde está escrito que ser izquierdas suponga tener que aceptar la pérdida de la patria potestad o la tutoría sobre unos hijos menores de edad? ¿Acaso va a pagar ese Estado no sólo la intervención, que por supuesto, sino todo lo que puede necesitar la muchacha a partir de esa fecha y antes de que sea mayor de edad o esté emancipada? ¿Y con qué criterio se marca que sea posible a los 16 años? ¿Por qué no con 17 o 15? ¿Y con 14 y 13? ¿Quizás con 12, si la muchacha es muy precoz? Sigo repitiendo que a mí la edad me parece oportuno, e incluso se debería bajar en casos extremos, pero lo que no puede ser es que se intente imponer algo con lo que no está de acuerdo la mayor parte de la población. Así de simple.
NICOLÁS: Ahí está la clave En que falta pedagogía y en que no se han explicado bien las cosas, porque algunos de los que tienen que explicarlas no valen para esto o, simplemente, consideran que ni siquiera tienen por qué dar explicaciones. Así de sencillo. ¿La derecha? Antes de que hubiera Ley del aborto eran precisamente sus hijas las que abortaban, así que harán uso de la nueva, sin duda.
Nicolás -
Desencanto -
planesyestrategias -
A veces parece que cuando uno vota a un partido (Psoe en este caso) le está dando carta blanca para hacer lo que quiera; y (es mi opinión) en este asunto el Psoe ha pecado un poco de oscurantismo (si en el programa electoral de las generales hubiesen figurado algunos de los aspectos de esta ley, probablemente yo le habría dado una nueva vuelta a mi voto).
Por otro lado, sr.Cartier, las matemáticas son muy sencillas. Si el 56% de los votantes socialistas están en contra de la medida, y el 88% de los votantes populares también... ¿cree usted que el porcentaje de población que está en contra de la medida es superior o inferior al 56%? Pues eso, recuerde que legislan para todos, no solamente para los votantes, y mucho menos para los afiliados.
Cartier -
Pero como gobernamos para todos, legislamos para todos. Si me dijeses que el 56% de la población está en contra, lo entendería. Pero no podemos pensar solo en clave interna.
Por cierto, ¿en el Congreso Federal no se aprobó que se llevase al Congreso una Comisión de de estudio sobre este mismo tema?
Franesco -
MARIPUCHI: Está claro, amiga. La muchacha de 16 años (que por supuesto no es una niña) tiene que poder decidir del mismo modo a como lo hace una de 19. Y si quiere que sus padres la ayuden, perfecto; pero si no quiere, por el motivo que sea (falta de comunicación, que los padres sean unos ogros, etc.) debe bastar con que la ayude otro adulto, que además es un profesional de lo suyo (el médico) y que en ese caso actuará como una especie de tutor.
Pero la cuestión no es si lo que tú y yo decimos es o noi acertado: la cuestión es que esa comunicación y pedagogía debe ser algo previo a plantear "en caliente" este tipo de leyes, porque flaco favor nos hacemos a nosotros mismos y a las ideas que decimos defender si pretendemos legislar en contra de nuestros propios votantes. ¿No somos sus representantes? Pues debemos "representar" lo que ellos quieren... ¿O acaso se trta de ser el flautista de Hamellin, donde uno toca la flauta y los demás le siguen?
Maripuchi -
¿Saben o se han planteado que por la misma razón que una chica de 16 años (chica, que no niña) puede decidir abortar en contra de la opinión de sus padres, también puede decidir tener a su hijo en contra de la decisión de sus padres?
Comunicación y pedagogía, oño...
Desencanto -