CATÁSTROFE INFORMATIVA
Un hecho noticioso como el de la tragedia aérea de Barajas de hoy no puede tratarse, al menos no por un periodista, como cualquier otra noticia. Ni siquiera como cualquier otra noticia de sucesos. De hecho, ni siquiera creo que pueda considerarse una noticia de sucesos.
Tampoco del corazón, que es en lo que se ha convertido desde el principio, cuando hemos oído lo de “trágico suceso”, “acontecimiento terrible”, “dantescas imágenes”, “cadáveres carbonizados”... Qué decir de las entrevistas a familiares de accidentados de cuyo estado nada entonces se sabía, por no hablar de los testimonios de personas que “habían tenido la intención” de viajar en ese avión. ¡Ni siquiera habían perdido el vuelo!
Y es que la de hoy, en mi opinión, es una noticia de interés ciudadano y servicio social, en la que el periodista debe intentar desentrañar las claves de lo que ha sucedido, de cara a que en el futuro no se vuelva a repetir (si ello es posible), aportando la información exacta y precisa para entender lo que ha pasado, cómo y por qué.
Desconozco si se ha debido a la falta de efectivos en las redacciones por las vacaciones, pero la mayoría de los medios se han centrado en el aspecto humano, en cómo afectará la tragedia a los familiares, en la necesaria “atención psicológica”... Una suerte de “Tomate”, pero en Barajas. ¿Pero cómo van a sentirse los familiares? Estarán estupefactos y hundidos. ¿Y, además, qué más le dará al público cómo se sientan?
Aquí lo importante es saber, cuanto antes, si el accidente pudo haberse evitado, o si se pudieron mitigar sus efectos, para tranquilizar a los posibles futuros viajeros de cualquier compañía (qué decir de quienes pretendan viajar en Spanair y hayan leído que el avión siniestrado pasó una revisión justo antes del accidente por tener problemas técnicos) y del mismo aeropuerto.
A la vista de lo que se ha conocido, estas son, a mi entender, algunas preguntas que los periodistas deberían haber hecho a sus interlocutores y las motivaciones (y que no he oído ni leído, hasta ahora):
¿Es cierto, como ha asegurado el Jefe de Bomberos de la primera dotación que ha actuado en el siniestro, que a los servicios de emergencia les “ha costado muchísimo llegar a la zona del accidente” porque el avión “ha caído en una zona de difícil acceso”? ¿Dentro del aeropuerto de Barajas o es que el avión se ha salido del aeropuerto, yendo a parar a la “zona de un arroyo arbolado” descrita? Porque resultaría increíble que dentro de las instalaciones de Barajas, que entendemos vallada, hubiera puntos donde no pudieran acceder con facilidad los coches de bomberos... Y eso es lo que parece suceder, según el gráfico animado de PRISACOM para El País y la Cadena SER?
¿Cuántos minutos han pasado desde el accidente hasta que los bomberos se han puesto en marcha y han llegado al lugar del siniestro? ¿Qué distancia han tenido que recorrer y con qué tipo de material han acudido? ¿Cuántas dotaciones de bomberos había en Barajas a las 14:45 horas? ¿Tenían el equipo suficiente? ¿Por qué ha tenido que acudir un helicóptero a echar agua desde el cielo? ¿Acaso es insuficiente la fuerza de las bombas o la extensión de las mangueras? ¿No debe estar protocolizado y reglado todo aquello que se necesita para actuar con éxito en caso de incendio de un avión, al menos en el interior de un aeropuerto? Se podrá decir que el helicóptero trataba de apagar el incendio no del avión, sino de los pastos... ¿Pero qué hacen ahí esos pastos? ¿Bonito?
Por otro lado, si el avión ha tenido que pasar una revisión previa a su despegue, porque el piloto había percibido un fallo mecánico, ¿cuándo se va a hacer público el contenido de dicho informe técnico? (no el del accidente, que dependerá de la investigación judicial) ¿Se le ha hecho llegar ya al juez? ¿Cuántas personas han revisado el avión? ¿Se ha permitido que esas personas hablaran con sus jefes de la compañía antes de que lo hayan hecho con la autoridad policial o judicial? Porque resultaría increíble que en un accidente que se presupone motivado por un fallo mecánico se permitiera que las últimas personas en revisar el aparato no dieran pronta información sobre lo que han visto. Sobre todo, porque hay muchos otros aparatos de la misma compañía a punto de despegar en muchas zonas del mundo...
No nos equivoquemos con el tratamiento informativo, ni sobre lo que es importante (y aquí no es, por supuesto, importante lo que le pase a la compañía aérea, a la que le auguro un negro futuro; ni a un hipotético ministro, consejero autonómico o concejal), porque la de hoy no es una noticia para consumo interno y de la que pueda darse cuenta según las habituales fórmulas tomateras de nuestra prensa. En el avión viajaban pasajeros de varios países, a España vuelan aún más y deben seguir haciéndolo, con o sin Spanair, muchos millones más...
Compañeros periodistas: pónganse las pilas y cumplan bien con su trabajo (no es normal que la mejor información la ofrezca un blog), como hacen bomberos, sanitarios, fuerzas de seguridad y, por desgracia, forenses...
PD.: Y a todo esto, la selección española, a la sazón campeona de Europa, disputa un partido amistoso mientras otros compatriotas aún no saben si sus familiares están entre los 150 cadáveres no identificados... ¡Algunas cosas que suceden en este país son para echarse a llorar!
3 comentarios
Charlie Torres -
Gente como tú es la que hace falta para poder empezar a realizar cambios en la profesión, que se vean a medio y largo plazo. Tenemos una oportunidad con Internet, y no debemos desaprovecharlas.
Un placer conocer tu blog.
Saludos!
Franesco -
Por supuesto, estoy de acuerdo contigo en tu tesis de que los productores y magnates de la comunicación han potenciado un tipo de formato desinformativo y de prensa amarilla y rosa... Pero ahí deberíamos habernos hecho fuertes los periodistas, paso previo a negarnos a entrar en ese juego.
En primer lugar, deberíamos potenciar el asociacionismo y/o sindicalismo, más allá de afiliarnos a la Asociación de la Prensa para tener un seguro médico (es increíble el mal trabajo en la materia que hacen los sindicatos mayoritarios, UGT y CC.OO.; la única organización que veo con cierta proyección, y le cuesta, es el Sindicato de Periodistas de Madrid y el resto de sus Federaciones asociadas, una suerte de SEPLA pero para la gente de la prensa).
Además, deberíamos negarnos a compartir espacios informativos con no periodistas (no me refiero a quienes no tienen un título de Licenciado, que hay muchos periodistas vocacionales trabajando muy bien, sino a quienes no desarrollan verdaderas labores informativas).
También deberíamos exigir, con negociaciones duras (¿para cuándo la primera huelga general periodística, que tenga a oscuras el país durante un día?), aumentos importantes de sueldos y plantillas, unidos a un descenso en las jornadas laborales, de modo que los mejores no acaben yéndose a departamentos de comunicación y marketing de empresas, donde te pagan mejor y se trabaja menos.
Así mismo, habría que exigir que los convenios contemplasen una diferencia máxima entre el periodista "estrella" mejor pagado y el último "novato", para que no se den esos casos de que un chaval de 23 años cubre la información del Real Madrid por 600 mientras el locutor del magazine nocturno se levanta 3 millones de anuales. Si el "figurón" se quiere llevar una pasta, que cumpla pagando bien a su compañero de redacción; ahora, muchas veces los altos sueldos de los periodistas famosos se pagan a costa de sus colegas que les sacan e ltrabajo adelante...
Por último, habría que exigir que la "libertad de información" lo fuera de verdad, facilitando el acceso de todo periodista acreditado a un evento, sea del tipo que sea, aunque su medio de comunicación no cuente con derechos de retransmisión del evento en cuestión (no se trata de la pataleta de quienes quieren emitir por radio, por ejemplo, un partido gratis, sino el derecho a juzgar un acontecimiento de interés general, distinto al de hacer negocio con él, que eso entiendo que sea privado). Ello haría que hubiese mayor control sobre lo que sucede, porque no hay mejor modo de enterarse de noticias que estar cerca de ellas.
En fin, son tantas las cosas por las que no luchamos que no me extraña el trato que últimamente dan políticos y empresarios en las citas con los periodistas, cuando se limitan a leer un comunicado ya escrito y nunca dan una rueda de prensa digna de ese nombre.
Sinceramente, veo muy mal la profesión y no creo que haya posibles cambios a corto plazo...
Charlie Torres -
Es por ello que, en esta ocasion si estoy de acuerdo contigo, en que la mejor información la ofrecen en muchas ocasiones los blogs, como Microsiervos.
Se que si te digo que la culpa de que algunos medios televisivos hayan vomitado estos días bazofia y escupido a la cara a los familiares, es de los productores, y magnates de la comunicación, que han potenciado un tipo de formato desinformativo y de prensa amarilla y rosa, no estarás de acuerdo conmigo. ¿O sí?
Yo me reafirmo en mi idea, de que la culpa es del productor, porque de un tiempo a esta parte se ha empeñado en que la lágrima y el drama vende, y señores, esto es la vida real, no es Hollywood. Y así nos va a los periodistas y futuros periodistas, que hemos pasado del calificativo o descalificativo de plumillas, a que la gente nos considere unos desalmados por culpa de cuatro que se llenan los bolsillos hablando de la vida de los demás y mostrando sus dramas personales.