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ME SABE MAL, el blog de @Franesco

¡ES LA TELEVISIÓN, ESTÚPIDOS!

¡ES LA TELEVISIÓN, ESTÚPIDOS!

Anoche se emitió por RTVE, además de por Radio Nacional, el debate televisivo entre Juan Fernando López Aguilar y Jaime Mayor Oreja. Una cita importante para las aspiraciones de sus respectivos partidos, porque se apuntaba como el acontecimiento mediático que más podría influir en el resultado de las elecciones, como ya sucedió con el debate previo a las generales en el que Solbes derrotó a Pizarro “con un solo ojo”. Por supuesto, nunca será tan relevante como el enfrentamiento entre Zapatero y Rajoy que algunos querrían ver, duelo dialéctico para el que aún faltan casi tres años.

 

Los supuestos datos de audiencia indican que el debate lo siguió una media de algo más de dos millones y medio de espectadores (2.650.000) y que lo vieron en algún momento, sin ser capaces de pasar todo el tiempo ante el televisor, hasta ocho millones y medio (8.495.000; quizás el cachondo que ofrece esa cifra piensa que nos creemos que los sistemas de medición tienen capacidad para ajustar su cálculo hasta esos extremos)….

 

Unos datos que, aunque no pueden compararse con lo que de verdad interesa –y me refiero a la final de la Champions entre el Barcelona y el Manchester, por supuesto, que mañana verán 10 millones de espectadores–, sirven para dejar claro que, parafraseando al clásico político, la caja tonta es lo que importa:

 

¡ES LA TELEVISIÓN, ESTÚPIDOS!

 

Y es que en las últimas semanas asistimos al intento por parte de algunos –muchos, buenos amigos– de hacernos creer que la acción electoral en internet tiene una importancia cuantitativa –otra cosa es la cualitativa, como luego apuntaré– que, en realidad, no es tal.

 

Por ello, se repite y repite que los blogs son clave, que si los ciberactivistas, que si las redes sociales, que si los vídeos en Youtube, que si las descargas, que si Twiter, que si Tuenti, que si el sonido polifónico y que si tal… De hecho, hasta se ha llegado a afirmar que el simpático cartoon sobre la Oreja Mayor –muy divertido– era un éxito porque en un día lo habían visto 15.000 personas… ¡15.000 en toda España y parte del extranjero! Pero si el otro día en un partido del Real Oviedo, de 3ª División, hubo 25.000 espectadores¡En una única ciudad y no de las más pobladas!

 

No, amigos: la presencia política en la red sirve para algunas cosas, pero no para ganar elecciones...

 

Así se lo comenté el pasado domingo a un compañero que se está batiendo el cobre y de quien se agradece su actividad –me gusta más esta expresión que la de activismo, porque lo último es sinónimo de actividad por la actividad misma y a mí me gusta que cualquier acción tenga un objetivo, sobre todo si se trata de una acción política–, en una respuesta a un post suyo en el que afirmaba que “es posible que las elecciones no se ganen en Internet, pero quién no las gane en Internet lo tendrá muy difícil para ganarlas en las urnas”.

 

Traigo aquí un resumen de mi comentario (el resto, en su interesante blog):

 

“Quizás por ser periodista tuve la suerte de aprender bastante bien el misterio de la comunicación (y la comunicación política, antes que política, es comunicación), en los que hay que tener en cuenta estos cuatro conceptos: EMISOR-MENSAJE-CANAL-RECEPTOR. Y cabe apuntar que INTERNET es sólo el CANAL, un canal bastante limitado, además, por el número de usuarios, por el tiempo de exposición a él, por el momento y el lugar en el que se accede y, sobre todo, por el uso que se le da a dicho canal”.

 

“No olvidemos que en comunicación política lo más relevante es el EMISOR: hablamos del líder de opinión, que puede ser el propio candidato (¿Zapatero, Juan Fernando…?) o un comunicador respetado por su credibilidad (¿Gabilondo?). Lo segundo más importante es el MENSAJE: el contenido de lo que se dice, la ideología y la forma de transmitirla. Si lo que se cuenta es malo, mejor no contarlo”.

 

“Y falta el CANAL de transmisión, que es por dónde se trasladan los dos puntos anteriores y cuya misión es multiplicar la potencia del MENSAJE del EMISOR para alcanzar al máximo número posible de RECEPTORES. Y esto es último, un CANAL, es internet, ni más, ni menos. ¿Podemos compararlo con la televisión, acaso? ¿Y con la radio? En absoluto”.

 

“Lo importante sigue siendo quién escribe y publica esos contenidos (de hecho, los blogs no dejan de ser una actualización de los periódicos) y qué dice y qué credibilidad le dan los demás a lo que dice. Porque quien lee o navega ya tiene un criterio definido, y cierta formación, como quien antes leía periódicos. Y prácticamente nadie que se dedique al activismo tiene credibilidad suficiente para crear opinión más allá de su círculo de amigos-animadores… De hecho, si cualquier personaje famoso abre un blog, inmediatamente está entre los más leídos, porque la gente lee a quien ya conoce”.

 

“Otra cosa es que el ciberactivismo político sea importante para la promoción interna de quienes militamos en algún partido, porque no se me escapa la importancia de que tus compañeros con responsabilidad lean lo que tú dices y puedan conocerte”.

 

“De hecho, son legión quienes están ocupando puestos de designación directa porque quienes tienen potestad para nombrar los cargos ya saben lo que piensan, o los tienen por “gente interesante y activa”, porque primero te han leído durante semanas-meses-años en internet, sea vía blog, vía Facebook, Twiter, etc.”

 

“Mañana habrá un debate televisado entre Juan Fernando y Mayor Oreja en televisión, que verán en directo 3, 4 o 5 millones de personas de media y hasta 6-7-8 distintas en diferentes momentos, zapeando y mientras hacen la cena, acuestan a sus niños y demás”.

 

“Y que durante dos días se comentará en todos los demás medios que llegan al RECEPTOR sin necesidad de que éste preste una especial atención (sobre todo la radio, que puedes escuchar mientras estás haciendo otras cosas; si es la que va encendida en el coche o suena en la casa mientras haces las tareas domésticas, no digamos…), con lo cual se multiplicará el MENSAJE: “Juan Fernando arrasó a Mayor Oreja”.

 

“En todo caso: ¡mucho ánimo con la campaña digital (y tal), porque además lo estáis haciendo muy bien! Eso sí: ¡No os creáis que sirve para mucho, que luego nos llevamos sorpresas o cunde el desánimo!”.

2 comentarios

Nicolás -

Al ciberactivismo aún le falta mucho camino por recorrer y la mayor parte del electorado no tiene en la red su principal fuente de información. Tengo mis dudas de si quienes se informa y participan en la red luego van a votar.

xiabre -

yo que no tengo ni idea de estas cosas, creo que la ciberactividad es bastante endogámica...pero no sé